Murcia es una de las regiones con mayor actividad sísmica de España. Cada año sufre numerosos terremotos aunque la gran mayoría no son perceptibles para la población. El terremoto ocurrido el miércoles, de magnitud 5,1 en la escala de Richter, ha provocado víctimas mortales pero no ha sorprendido a los sismólogos.
Cuando hablamos de seísmos es importante distinguir entre la magnitud (que mide la energía liberada y habitualmente usa la escala de Richter) y la intensidad, que refleja en una escala del 1 al 12 cómo se ha sentido y los daños provocados. La intensidad de un terremoto de gran magnitud será mayor o menor en función de la profundidad a la que se produzca el epicentro y la cercanía a zonas habitadas y, por tanto, de los daños que cause.María José Jiménez, sismóloga del Instituto de Geociencias de Madrid (CSIC), explica que los terremotos de Lorca han causado víctimas mortales, "pero no han sido exageradamente grandes. Son típicos para la zona. Estamos en un nivel intermedio", señala a ELMUNDO.es. Comparado con el terremoto que asoló Japón el pasado 11 de marzo (de magnitud 9), "el seísmo principal de Murcia ha sido aproximadamente 1.000 veces más pequeño", asegura.
Cada grado de la escala de Richter, que es logarítmica, es diez veces superior al anterior (es decir, un terremoto de magnitud 9, como el de Japón, es diez veces mayor que uno de magnitud 8.)
Predecir seísmos
Los terremotos no pueden preverse de manera precisa. Los científicos sí saben en qué zonas habrá temblores pero no pueden determinar cuándo se producirán ni su magnitud. Murcia está en una zona con un gran número de fallas activas que habitualmente registra una sismicidad importante aunque de baja intensidad, y los sismólogos sabían qué era una zona 'caliente' para que se produzcan temblores.La sismología es una ciencia muy reciente, por lo que de los terremotos ocurridos hace más de un siglo sólo conocemos su intensidad. Los datos sobre la magnitud de los seísmos del pasado son una estimación realizada a partir de la información que se conserva de los daños que provocaron, pues no existían sismógrafos.
La sismóloga aclara que el primer terremoto (de magnitud 4,4) fue lo que denominan un premonitor del segundo (de magnitud 5,1): "Sólo podemos saber que es un seísmo premonitor cuando se produce el principal".
Otros terremotos en Lorca
María José Jiménez recuerda que Lorca ha sufrido en el pasado episodios similares. En 1674, hubo un terremoto de intensidad 8. La zona fue sacudida nuevamente por seísmos similares en 1911 y 1948. Asimismo, en 1999, 2002 y 2005 hubo terremotos con una magnitud aproximada de 4,7 en la escala de Richter que provocaron daños.
María José Jurado, investigadora del CSIC del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Albera de Barcelona considera que no es excepcional que se hayan producido terremotos de magnitud superior a 5: "En esta zona trabajamos numerosos grupos de investigación, tanto españoles como extranjeros, porque se conoce su potencial sísmico y de génesis de terremotos. Se estudian tanto los episodios ocurridos en el pasado como las fallas activas", afirma en conversación telefónica. Aunque aún es pronto para determinar en qué sistema de fallas se ha producido, "lo que es seguro es que va a seguir habiendo réplicas en los próximos días", añade.
Las zonas 'calientes'
A pesar de que España no está en una zona con probabilidad de que ocurran grandes terremotos (de magnitud superior a 8), sí tiene una actividad sísmica relevante capaz de provocar daños muy graves. La mayor parte de los seísmos que han azotado nuestro país han sido de magnitudes inferiores a 7 (si exceptuamos los ocurridos en la falla de Azores-Gibraltar en 1755 y 1969).Granada y el sur de Alicante son, junto con Murcia, las zonas con más actividad sísmica de España.
Según explica el Instituto Geográfico Nacional, la Península Ibérica se halla situada en el borde suroeste de la placa Euroasiática en su colisión con la placa Africana. El desplazamiento tectónico entre los dos continentes es responsable de la actividad sísmica en el Mediterráneo y, por tanto, de los grandes terremotos que se producen en Argelia, Grecia o Turquía. La parte más occidental de la conjunción entre dichas placas es la fractura de Azores-Gibraltar-Túnez, que es la que afecta a España.
