domingo, 6 de febrero de 2011

Madrid 'esconde' la contaminación bajo la alfombra


  • El ayuntamiento movió algunas de las estaciones que daban peores registros

A las cinco de la tarde de un día laborable, el madrileño Paseo de las Delicias hace poco honor a su nombre. Es un hervidero de coches y autobuses y está plagado de humo y de ruido. La gente pasea, los niños juegan en el parque infantil y el sol asoma entre los tejados, pero el lugar tiene poco de delicioso. De hecho, es uno de los puntos negros de Madrid en cuanto a calidad del aire. Durante años, la estación municipal de medida de contaminación instalada a la altura de la Plaza de Luca de Tena daba los peores registros de la capital. Pero ya no. Delicias ha desaparecido de los mapas de malos humos. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha mejorado el aire? No. Lo que pasa es que ya no hay estación de medición.

Como queriendo hacer bueno ese refrán que dice "ojos que no ven, corazón que no siente", el Ayuntamiento de Madrid cambió de sitio hace un año una decena de estaciones y las llevó a zonas de la periferia. Las que movió fueron precisamente las situadas en algunos de los lugares con más tráfico y donde se daban los niveles más elevados desustancias nocivas en el aire. ( Plaza de Luca de Tena, Cuesta de Moyano, Paseo de Recoletos, plaza de Gregorio Marañón, plaza del Marqués de Salamanca, plaza de Manuel Becerra, calle Alcála, Paseo de Pontones, Isaac Peral y Alto de Extremadura )


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