jueves, 4 de noviembre de 2010

El león de la Metro se acoge al plan de protección por bancarrota

Metro Glodwyn Mayer (MGM), en su día el estudio más poderoso de Hollywood, recurre a la Ley de Quiebras para liberarse de la parálisis que le imponía una deuda de 4.000 millones de dólares.

El león de la Metro nunca ha dejado de rugir, pero en los últimos tiempos era casi un gatito. El célebre lema que lo hizo famoso, «Más estrellas que en el cielo», hacía tiempo que no era pronunciado por nadie. Al final, y tal y como estaba previsto desde hace días, los estudios de cine más poderosos de la época dorada de Hollywood se han acogido al Capítulo 11, la ley de protección por bancarrota.

ABC
Imagen del logo de la Metro
Los directivos de la productora Spyglass Entertainment pasarán a dirigir el estudio. Después de meses parado al no poder devolver sus créditos ni hacer frente a los intereses acumulados, se espera que la nueva MGMvuelva a producir películas. Entre las decenas de acreedores, según informa Efe, se encontraban c ompañías como Anchorage Advisors LLC, Highland Capital Management LP y Carl Icahn, quien pretendía lograr la fusión entre MGM y el estudio Lionsgate, del que es máximo accionista, una operación que no ha prosperado.
A cambio del acuerdo con Spyglass, Icahn se aseguró un puesto en el nuevo consejo de administración de MGM una vez superado el procedimiento del capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE.UU., que permite la reestructuración y posible resurgimiento de una empresa. Según el plan presentado a principios de octubre, la reestructuración de MGM conllevará la eliminación del departamento de distribución y la reubicación de la sede en unas instalaciones más baratas.
Para encontrar el origen de estos problemas financieros hay que remontarse hasta 2004, año en el que Sony, la empresa de telecomunicaciones Comcast y las financieras Providence Equity y TPG Capital lideraron una operación para comprar a crédito MGM por alrededor de 5.000 millones de dólares. Una estimación que posteriormente se consideró sobrevalorada como consecuencia del alza de precios en medio de una bonanza económica global, y a la que acompañó el declive de las ventas en DVD. Al elegir el procedimiento de la Ley de Quiebras, MGM desestima una oferta de 2.000 millones de dólares realizada el mes pasado por el conglomerado India Pariwar. También rechazó una propuesta de 1.500 millones de dólares de Time Warner.
MGM, dueña de los derechos de la franquicia James Bond, es poseedora de un catálogo de unas 4.000 películas, entre ellas clásicos como «El mago de Oz», «Lo que el viento se llevó» y «Ben-Hur».

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